domingo, 13 de julio de 2014

Atardecer en el velódromo

A veces la luz nos juega buenas pasadas y nos ofrece oportunidades de "bola extra". Estos días, al hacer mis 40 largos de rigor observaba con inquietud cómo se las jugaban los atardeceres a nuestro insigne velódromo. Pensaba que tadavía me quedaban diez minutos y que no me daría tiempo de ir a por la cámara. Pues eso, que el otro día me llevé la camarica acorté el tiempo de chorroterapia y me subí a la terraza para hacer la foto. Allí comprobé que la luz pinta mejor que el pintor, se refleja mejor que el cristalero y da profundidad mejor que el mejor deliniante. Así que acaba de decidir que voy a contratar a la luz como mi proveedor favorito. Y me ahorro el 21%.


jueves, 3 de julio de 2014

El gran teatro del mundo



Hoy por un momento he soñado con que el Rey, la Hermosura, la Discreción, el Rico, el Pobre, el Labrador y el Niño me venían a visitar y que todos decían “haz el bien, que Dios es Dios”, las virtudes y los vicios, la vida y la muerte como telón de fondo. He intentado por un momento erigirme en protagonista de la serie y he descubierto que los invitados a mi mesa han cumplido con las expectativas que el supremo hacerdor les marcó en el origen. He pensado en las siete virtudes teologales, en el Padre Ascete y he recordado el dolor de mis genuflexiones infantiles. He meditado sobre la intrascendencia de algunas comedias y sobre la dinámica de la dialéctica, con la síntesis que supera la antítesis tras conocer el planteamiento de la tesis. Y me he preocupado. Por una parte por la vanalidad de nuestro mundo pero también me he alegrado porque hay gente que se toma en serio eso de que la cabeza le carrule con un posicionamiento crítico y positivo. Ojalá que mis palabras y mis hechos le pillen al alguacil abriendo  la tapa del puntido. Benditos autos sacramentales cuando remueven conciencias.

lunes, 9 de junio de 2014

'Pesadilla sanferminera', de Atxu Ayerra Alfaro - 2º Premio de 2013

Se acercan los Sanfermines de este año y quiero compartir con vosotros lo bien que Javier Saralegui leyó mi microrrelato en la entrega de premios del certamen de microrrelatos de San Fermín. Un privilewgio haber tenido semejante orador. 


miércoles, 28 de mayo de 2014

Mi cuentico tafallés

Lo escribí en 2010 pero hoy lo he vuelto a leer y he pensado que quizás alguien no lo leyó en su momento. Lo vuelvo a publicar:

Sabía que tenía que suceder algún día aunque yo vivía con una extraña sensación de impunidad por la que aunque me vieran, no me pasaría nada. Me explico. Hacía poco que habíamos empezado las clases en Escolapios y la media hora del recreo la dedicábamos a hacer incursiones por la huerta del colegio. A ella accedíamos por una pequeña puerta que dejaba paso a, para mí, un inmenso jardín con esos dos cipreses centenarios haciendo de enorme portería. En septiembre  mi mayor afición era el saqueo sistemático de una hermosa higuera que estaba justo detrás de la pared del frontón. También hacíamos incursiones en las conejeras que los curas tenían en un trozo de huerta al que estaba prohibido acceder. Además, con la excusa de que se nos había “anquinau” el balón, a veces toreábamos a los cutos antes de que el hermano Antonio nos encorriera dificultado con aquellos refajos que vestía. Pues bien, aquel día mientras se organizaba un improvisado campeonatos de canicas (chiva, pie, tute y fuera) yo me adentré en la higuera. Esta era tan tupida que una vez que estabas dentro era imposible que te vieran, así que, éste quiero, éste no quiero, se me fue la noción del tiempo y no me di cuenta de la sirena que marcaba el fin del recreo. Craso error. Mientras el padre Evelio ordenaba el “firmessssssss...ar” una mano sudorosa me cogió por el cuello y sin mediar palabra gané mi primer bofetón estudiantil. La mano no me dejaba darme la vuelta aunque pronto descubrí quien era el autor de la colleja ya que acto seguido mis dos patillas sirvieron de asidero para que mis pies, y por ende, todo mi cuerpo, dejaran de tocar el suelo. Era el padre Juan Antonio, extraño personaje, cura joven y simpático que tenía una obsesión, supongo que enfermiza por levantar a los niños tafalleses por las patillas hacia el cielo. La cagaste burlancaster ( no se si él dijo o yo pensé) y me castigó a ayudar a misa de seis durante un mes así como a acudir obligatoriamente al estudio voluntario. Yo creía que esto no era posible pero efectivamente sí que lo era. Además y para culminar el día me dio una nota en un sobre cerrado que una vez leída por mi padre sirvió para que ese fin de semana me quedara sin paga.
Estar sin paga era el mayor castigo que te podían poner. Por aquel entonces mi paga eran ocho pesetas y me la daban después de comer el domingo. Tres pesetas para el cine, una para una pastica de coco de la Julia, una bolsa de pipas, Arias o Facundo de la Caty y el resto algún petardico, o aquellos caramelos esquisoles tan buenos...En fin, a silbar a la vía dijo mi padre y yo lo cumplí a rajatabla. Salí de casa, pasé por el Gorriti mirando a la cartelera consciente de que esa película de Tarzán no la iba a ver, dejé a un lado la Placeta de las Pulgas y por el Portal del Río me dirigí a la estación. Allí llegué justo en el momento en que un mercancías paraba a por agua. Era algo que me encantaba el ver cómo aquel gran tubo giraba hacia el tren y un enorme chorro de agua caía. Cuando se fue pasé la tarde silbando, como mi padre había dicho, y cogiendo caracoles de debajo de las vías. También encontré una ochena en la entrada de la cantina y la puse en la vía esperando a que el automotor la chafase. Yo tenía una buena colección de monedas escachadas por los trenes siempre y cuando el jefe de la estación no te pillara en la maniobra. Ese día volví a casa con la sensación de que mi futuro no iba a ser el silbido y que los higos, por lo menos los de Escolapios, estaban mejor en el árbol.
Al día siguiente en la escuela no se hablaba de otra cosa: un quinqui había sido visto en Tafalla. Las noticias eran contradictorias. Unos decían que era el mismísimo Lute. Otros que no, pero que era quinqui de verdad y que había robado a dos mujeres en la carretera de San Martín y las había atado a un árbol. El caso es que al salir de clase en lugar de ir a casa a por la merienda subí los jardines siguiendo a un hombre de mal aspecto (pantalones bombacho, cuerda de segadora por cinturón, camisa de cuadros descolorida..) el cual se me antojó podía ser el quinqui. Subió Arturo Monzón y se metió en los troncos que había Siete Calles a la derecha. Me escondí detrás de uno de los más grandes vigilando sus movimientos hasta que me acordé que había partido en las eras. Subí la cuesta y llegué al campo. Allí dos porterías torcidas marcaban dónde había que meter los goles. Yo era del equipo de la Estación y nuestro campo, el campo de los estudiantes, era mucho mejor que el de los de las eras, pero ese día nosotros jugábamos de visitantes. El árbitro era un chaval algo mayor que nosotros que se pasaba el día oyendo discos de Luis Aguilé y de Fórmula Quinta. El caso es que ese día bien porque estaba pensando en cuando salí de Cuba o en cuéntame cómo te ha ido, nos pitó un penalti a nuestro favor inexistente y ganamos el partido. Los de las eras al acabar nos encorrieron a pedradas, árbitro incluido, hasta que alcanzamos la calle Mayor y allí las mujeres les recriminaron y nos dejaron en paz. Nuevamente llegué a casa con el sentimiento contradictorio aunque preclaro de que en el futuro no me iba a dedicar ni a policía ni a futbolista.
Al día siguiente habíamos quedado mi primo Kike y yo para ir a coger ranas a la balsa que había encima de la tejería del tío Joaquín. Cruzamos el puentico del Abaco y subimos la cuesta. En la tejería no había nadie y estuvimos un rato montados es un coche viejo que tenía allí. Nos entretuvimos dando de comer a las gallinas hasta que le vimos llegar con su carrico y su perro Toni subiendo la cuesta. Aquel día el tío había hecho un trato con San Antonio y le había comprado dos burricos casi iguales. Le pedimos que nos los dejara montar y aunque parezca mentira nos dijo que sí. Los sacamos al camino viejo del cementerio y allí estuvimos cuán hipódromo de la Zarzuela haciendo carreras de burros. Cuando el tío mediaoreja nos dijo que ya valía nos despedimos y subimos a la chumica de la champiñonera. Allí mi hermano Eduardo siempre decía que había habido una antigua mina de azufre y efectivamente allí estaban las vagonetas y los carriles de hierro. Encontramos una piedra amarilla y la metimos en una lata de caldo del Coci vacía y le prendimos fuego. El olor era nauseabundo y nos largamos corriendo. Después nos colamos en los túneles de la champiñonera pero cundo ya no se veía nada y en mi imaginación empezaba a ver todos esos esqueletos colgados del techo decidimos bajar otra vez al pueblo. Nos fuimos a la calle del Lavadero a tirarnos en los montones de grano que había donde aquel gran letrero de chocolates La Gloria que a mi siempre me parecía que podía ser la antesala del paraíso. Aquella noche Marisa nos hizo un bocadillo de dulce de membrillo recién hecho y nos dejó meter el dedo en la jalea real. Acabamos el día jugando a la cadena y al churro media maga manga entera en la plaza mientras mirábamos de reojo a las muetas de las monjas que jugaban a la goma frente a la tienda de Aspilche.

lunes, 24 de marzo de 2014

El otoño del Ereta

El otoño del Ereta by atxu
El otoño del Ereta, a photo by atxu on Flickr.

La piscina del Ereta medía 33 metros y cuando buceabas donde más cubría parecía que no ibas a salir nunca. Yo llegue a bucearla a lo largo pero era penoso, penosísimo hacerlo. El otro día intenté hacerlo de nuevo pero al tirarme de tripada salí rebotado. Una pena que Franchico ya no esté en la enfermería porque si no hubiese hecho una buena cura con mi barriga. Hoy la piscina ya no está y con ello se ha hecho un acto de restitución histórica ya que mi abuelo Pepe decía que "qué tarugos eran estos arquitectos, diseñando una piscina al carcierzo y con un frontón que le quita el sol a las tres de la tarde". Hoy en la piscina del Ereta suenan aires de cumbia y de bachata y se juega al boleibol con destreza. Si mi abuelo la viera echaría una lagrimica junto a los cipreses de Escolapios. Qué afición congénita de los tafalleses tapando piscinas. Digo yo, vamos.

miércoles, 19 de marzo de 2014

mapamundi

mapamundi by atxu
mapamundi, a photo by atxu on Flickr.

No es una recreación de Pangea, tan solo una consecuencia lógica de nuestro futuro terrícola. Me explico. Crimea ya no existe y los rusos han ampliado el Mar negro y ahora llega hasta las afueras de Moscú. Los polos hace tiempo que se derritieron y ni África ni América del Sur han sobrevivido. Los Pirineos se han trasladado a la Costa del Sol y la India ha crecido sobremanera. China y América del Norte están ahora más unidos que nunca con ese ancho “estrecho” de Bering. Las Islas Británicas se han desplazado hacia el Sur, hartas de tanta lluvia. A Italia se le ha perdido la bota y Serrat está buscando el Mediterráneo cerca de Dinamarca. El mar se ha convertido en una enorme marmita ferrosa y yo, pavisoso donde la haya he recordado cuando en las clases del Padre Juan Antonio no podía entender eso de que cuando llegabas al final del mundo no te podías caer. En fin, que al que encuentre este particular mapamundi en la Ciudadela de Pamplona le regalo una copia de la foto…firmada por mi, por supuesto, que para eso uno es artista de primera.

sábado, 15 de marzo de 2014

el tornillo

el tornillo by atxu
el tornillo, a photo by atxu on Flickr.

Orgulloso de su función se mostró siempre altivo , incluso cuando el operario municipal sacó aquella enorme llave inglesa para atacarle. Resistió hasta decir basta pero no pudo con el martillo neumático de aquel energúmeno. Falleció sin testamento. No tenía hijos, ni perro, ni nada a lo que aferrarse. Tan solo su historia del trabajo bien hecho hasta sus últimas consecuencias.

domingo, 9 de marzo de 2014

paco barato

paco barato by atxu
paco barato, a photo by atxu on Flickr.

martes, 4 de marzo de 2014

la soledad del patio

la soledad del patio by atxu
la soledad del patio, a photo by atxu on Flickr.

quedarse en casa y mirar por la ventana y descubrir que no hay clases y que no hay niños a los que enseñar nada, la soledad del patio, del alma, del invierno lluvioso y largo...dios que largo...

lunes, 24 de febrero de 2014

cubierto de escolapios

cubierto de escolapios by atxu
cubierto de escolapios, a photo by atxu on Flickr.

Antes era más fácil entrar en el cubierto de Escolapios. Jugábamos al balonazo y al flí, cogíamos pica pica de las paredes y se lo metíamos por detrás a los compañeros. En los rincones del cubierto de escolapios olía a escatología forense aunque a veces el hermano Antonio le echaba una botellica de lejía bien tirada. Yo no me atrevía a fumar pero había gente que sí lo hacía. A mi me gustaba robar higos de la higuera de la huerta y meterme por las conejeras a revisalsear. Yo no sé pero me da la impresión que la cutera que había en el patio hoy no pasaría la revisión de la veterinaria del centro de salud. Digo yo, que por decir no se falta a nadie...

domingo, 23 de febrero de 2014

el cello

el cello by atxu
el cello, a photo by atxu on Flickr.

Quizás los panfletos se caigan de maduros y los carteles vuelen hacia el sur buscando mejor acomodo, pero el cello siempre permanece y se encarga de recordarnos que todavía hay ideas que se plasman en las paredes como las gotas de lluvia tan efímeras como constantes.

sábado, 15 de febrero de 2014

los chupitos de ferias

los chupitos de ferias by atxu
los chupitos de ferias, a photo by atxu on Flickr.

de fresa y de limón

viernes, 14 de febrero de 2014

de cueros ajenos...

de cueros ajenos... by atxu
de cueros ajenos..., a photo by atxu on Flickr.

extrañas fórmulas para salir de pobres

lunes, 10 de febrero de 2014

santibañoneando al estilo madoz

santibañoneando al estilo madoz by atxu
santibañoneando al estilo madoz, a photo by atxu on Flickr.

Este fin de semana han confluido los astros de las ferias de Tafalla con el premio de Santi Bañón y la llamada de Chema Madoz para comunicárselo. Como en esta foto de ferias también hay un poco de todo eso me sumo a la fiesta. Enhorabuena chaval.

domingo, 9 de febrero de 2014

la feria

la feria by atxu
la feria, a photo by atxu on Flickr.

Hoy he estado con mi tío Félix en la feria caballar de Tafalla. Me ha contado anécdotas de antaño de sus andanzas como tratante de ganado y he pasado un ratico agradable con él. La feria ya no es lo que era, efectivamente pero todavía nos da pié para pasar estos buenos ratos.

viernes, 7 de febrero de 2014

Los botones de Aspilche

Los botones de Aspilche by atxu
Los botones de Aspilche, a photo by atxu on Flickr.

LOS BOTONES DE ASPILCHE
Cincuenta años en la caja esperando a que alguien se fijase en ellos. Habían nacido para simples botones de camisa. Eran de plástico blanco pero con el tiempo fueron perdiendo su brillo inicial. El roce dentro de la caja les había marcado con unas estrías que les avergonzaban sobremanera. A alguno de ellos la falta de aseo les había provocado unos cercos negros en el borde de sus cuatro agujeros. Desde que salieron de la maleta del viajante aquella radiante mañana de primavera, tan sólo cuando Aspilche reordenaba la estantería de la tienda o Nicolás o la Rosarito hacían su particular inventario, su caja cambiaba de ubicación. Era entonces cuando despertaban de su letárgico almacenaje dentro de aquella caja rotulada como “Art.8012. Lins.18. Col. Blanco/C Gr 2”. Soñaban con ser adquiridos por Sastrería Tamol, o por la de Berruezo, o por alguna costurera tafallesa para acabar en la camisa de algún novio guapo el día de la boda, o en la blusa de una chavala bailando en la Güesera. Nada de eso pasó. En la mercería vieron vender cientos de txapelas negras, un montón de maletas, puntillas, cinturones de todos los estilos y miles y miles de carretes de hilo de colores. Lanas, tijeras y dedales salían a la Plaza de Navarra con destino a las casas tafallesas y ellos se quedaban allí, en la caja 8012 cumpliendo su destino, tan claro como inútil.
Un día una señora entró en la tienda para devolver unas agujas y éstas les contaron lo que había visto fuera. Les dijeron que habían hecho una casa de ochenta pisos y unas piscinas con un frontón enorme junto al pozo redondo. También que la casa de la Higuera, y la de Astrain, y hasta la de las Rejas habían sido derribadas aunque ésta la habían vuelto a construir con las mismas rejas y el escudo original. Les contó que la gente en fiestas ya no comía melón por las mañanas y que la tienda de Subiés era ahora una papelería. Que en el huerto Barrunta se habían hecho casas y que las Recoletas se habían marchado del pueblo. Les dijeron también que cada día había menos tiendas, que habían abierto tres supermercados enormes, tiendas de chinos y una pizzería.
Los botones no daban crédito a toda esta información y menos aun cuando les contaron que bajando la cuesta San Gregorio habían hecho una fábrica de bloques de coches en donde trabajaban casi mil personas. También que algunos agricultores regaban los campos por ordenador, y que cualquiera podía hablar con su hija en Australia gratis y viéndole la cara. Tampoco se creyeron que los cirujanos operaban sin rajar la barriga y que la gente en fiestas casi ya no se ponía alpargatas ni faja colorada.
Era finales de verano de 2013 cuando notaron un trajín distinto al habitual. “Liquidación por cierre” se podía leer en el escaparate. La gente entraba y compraba cosas a mitad precio. Esperanzados se mantuvieron alerta. Quizás alguien necesitase botones de camisa blancos. Volvieron a tener esperanza, pero no. Nadie les hizo caso. Tan solo un hombre que entró en la tienda con una extraña máquina de fotos. Estuvo hablando largo tiempo con la Rosarito, de la tienda, de cuando Aspilche se la traspasó a su padre, de cuando éste regaba las plantas de los porches. Se situó en las esquinas de la tienda con el trípode fotografiando las maletas, las estanterías de madera, y los expositores de hilos. Fue entonces cuando de repente la caja se empezó a mover y se vieron de la noche a la mañana en casa del fotógrafo. Fue éste el que les explicó que le gustaban las cosas antiguas, y que por eso la Rosarito le había regalado la caja de botones. Les dijo que quería hacerles una foto en la que salieran retratados como testimonio de otra época. Ellos se pusieron muy contentos. Al fin alguien les valoraba. Así que se quedaron muy quietos durante la sesión fotográfica mirando con resignación a ese botón rojo intruso que el fotógrafo les había colocado encima. La foto salió perfecta. El objetivo macro y el trípode cumplieron con su función. Después, el fotógrafo los volvió a meter en la caja 8012 pensando en qué hacer con una caja de botones pasados de moda. -Mandaré la foto a la revista del Cuto, para que paséis a la posteridad, como los Pajes- les dijo. Y aquí está.
Nota de Atxu: Este cuento ha sido publicado en la revista Tilín-Tilón que publica la Orden del Cuto Divino.
La Mercería de Aspilche cerró el pasado año después de más de un siglo de vida en la Plaza de Tafalla.
Todo lo relatado es verdad.
La foto en la Revista está cortada. Aquí os pongo la foto completa.

domingo, 2 de febrero de 2014

la compra

la compra by atxu
la compra, a photo by atxu on Flickr.

La foto la hice después de aparcar innumerables veces con esta perspectiva, dos plazas más allá de los carros de la compra. Pensaba en quien había puesto esa ventanica ahí y en el que había pensado en esa combinación de colores tan chula. Estaba convencido de que la iba a cuadrar con líneas paralelas y perpendiculares y siguiendo las guías de mi pantalla. Pero de repente mi mano izquierda empezó a desobeceder y aquí está el resultado. C´est la vie pensé, no sin antes rendir culto a la bendita amistad que puede surgir en algunos momentos entre la literatura y la fotografía.

domingo, 26 de enero de 2014

yo veo

yo veo by atxu
yo veo, a photo by atxu on Flickr.

Yo veo casas llenas y vacías, tortugas perezosas, semillas del árbol de la pasión. Veo paz y veo guerra, la cueva de Alí Babá y san Juan de Gaztelugatxe. Veo tracción a las cuatro ruedas y la vida por venir. Veo la mengua de enero y dame pan y dime tonto. Veo calor y piel rozando piel. Veo verdejo y chardonay. Veo. Y cuando abro los ojos no veo lo que tú ves porque mis ojos se me incrustan en la mente como si de una brújula turulata se tratase. Os veo a vosotros viéndome y todo se me antoja como un enorme festín al que todos estamos invitados.

sábado, 25 de enero de 2014

naranja vieja

naranja vieja by atxu
naranja vieja, a photo by atxu on Flickr.

Tengo la impresión de que estas naranjas no están demasiado frescas.

domingo, 19 de enero de 2014

el tesoro de la ciudad inventada

el tesoro de la ciudad inventada by atxu
el tesoro de la ciudad inventada, a photo by atxu on Flickr.

Cuando Joseba encontró el mapa se quedó desconcertado. Tenía claro que esa cuadrícula eran las manzanas de la ciudad pero nada de lo demás encajaba. Esa cordillera azul no se parecía a ninguna de las montañas que la circundaban y ese mar amarillo tampoco era reconocible, por no decir nada del agujero negro situado en el centro del mapa. El lago helado tampoco pudo situarlo. Pero aún y todo Joseba sintió la corazonada de que era el plano del tesoro. Sí, sí, el plano verdadero, el que había buscado toda su vida. Y comenzó a estudiarlo. Primero entendió que las manzanas que le faltaban a la cuadrícula eran producto del bombardeo. Después infirió que la cordillera azul estaba planteada a la inversa y que no era una montaña sino el socavón que el último alcalde había hecho cerca de la planta de reciclaje, que a la sazón estaba llena de contenedores amarillos. Y el agujero negro significaba la aventura de lo desconocido y él, segureta donde los haya decidió adentrarse en él. Fue entonces cuando Joseba encontró el tesoro, sí, sí, el que había buscado toda su vida y a partir de entonces vivió con la sensación de que la felicidad se puede encontrar en un trozo de graffiti del barrio San Isidro, donde los niños juegan al salir de la Ikastola y Joseba había pasado toda su vida sin descubrirlo.

miércoles, 15 de enero de 2014

qué tropiezo más tonto

qué tropiezo más tonto by atxu
qué tropiezo más tonto, a photo by atxu on Flickr.

manteniendo la dignidad a pesar de todo

martes, 14 de enero de 2014

la canica

la canica by atxu
la canica, a photo by atxu on Flickr.

chiva, pié, tute y fuera...príquedes primero...no te abañes chaval...

domingo, 12 de enero de 2014

muñeca romanescu

muñeca romanescu by atxu
muñeca romanescu, a photo by atxu on Flickr.

Supongo que cuando el Colaino tenía esta muñeca en su tienda de la cuesta que lleva su nombre todavía nadie cultivaba romanescu en Pueyo ni sabía ni remotamente qué era un fractal. Hoy ella se ha quedado pensativa cuando se lo he enseñado, así, sin decir nada pero como diciendo: "jopé Atxu, cada día estás más taladrao". . La verdad que después de hacer ecuaciones secuenciales y combinaciones estructurales básicas y complejas, el ejemplar de pella con posibles no me ha quedado nada mal. Mañana lo pondré en la olla express, a ver qué tal está.

miércoles, 8 de enero de 2014

extraño bodegón de olivas

extraño bodegón de olivas by atxu
extraño bodegón de olivas, a photo by atxu on Flickr.

Cuando el churrero protestaba por los ramilletes el arte apareció de repente para reivindicar su preponderancia. Aceite virgen extra y galería de arte. Maridaje perfecto para los artistas de campo y pueblo. Con los pies en la tierra abrazando los árboles y las calabazas. Belleza de almazara y trujal. Bendita transparencia

domingo, 5 de enero de 2014

planetas de luz

planetas de luz by atxu
planetas de luz, a photo by atxu on Flickr.

Planetas de luz, sin azul, sin flases contaminantes, sin strobist, con las canicas de Aitor, con la linterna del Lidl con la cómoda de Ikea, con tiempo, con pasión por la fotografía...con vosotros como testigos

sábado, 4 de enero de 2014

año nuevo

año nuevo by atxu
año nuevo, a photo by atxu on Flickr.

Esperando que lo que se nos avecina en este año sea nítido y bello como la pintura de Antonio López. Que el sol del membrillo nos ilumine.

lunes, 30 de diciembre de 2013

como objeto inteligente

como objeto inteligente by atxu
como objeto inteligente, a photo by atxu on Flickr.

como objeto inteligente, muy inteligente no parece, pero como insinuación de algo, incapaz de describir me parece que puede llegar a alcanzar un punto interesante de argumentario para una tertulia de gente con posibles...

domingo, 29 de diciembre de 2013

la argolla

la argolla by atxu
la argolla, a photo by atxu on Flickr.

Años y años aguantando la sirga para la feria de febrero. Seguro que el que la puso no tenía claro conceptos básicos de obsolescencia programada. Dedico esta foto a mi sobrino Víctor porque ha hecho propósito de enmienda y acto de contricción para aprender más profundamente la lengua de Garcilaso con pasión y tesón. Capito signorino?

sábado, 28 de diciembre de 2013

lunes, 23 de diciembre de 2013

alegoría

alegoría by atxu
alegoría, a photo by atxu on Flickr.

Quizás si aquel soldado camboyano te hubiera descubierto bajo esa charca cenagosa hoy no estarías aquí, contándonos como nadie las mil formas de hacer feliz a la gente sin palabras.