miércoles, 21 de enero de 2009
mi otra opacidad
Podría ser un cuadro impresionista francés colgado en Orsay o una de las fotos de cuarto milenio, podría quizás ser un ejercicio de clase de photoshop de superposición de capas o degradados, pero nada de esto es. Nosotros los humanos vamos por la vida con un cien por cien de opacidad pero realmente no somos así. A veces desaparecemos o nos volvemos inperceptibles. Quizás sólo en un segundo volamos a miles de kilómetros y volvemos en el segundo siguiente con una idea preclara, con la base de ujn proyecto redactado de pe a pa. Quizás algunos de mis amigos foteros hayan tenido la tentación de ponerse delante de la cámara cuando perjeñan su trípode y su filtro reductor y esperan a que el obturador termine la faena. Pues bien. Mi paciencia no es infinita y quise el otro día celebrar el nuevo manfrotto con mi reducción natural de opacidad y este es el resultado.El cuadro lo pintó mi tío Pedro Ayerra hace muchísimos años, un genio del arte y de la vida.
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2 comentarios:
No sé nada de obturadores ni soy fotera así que no tengo ni idea de cómo lo has hecho... Pero el resultado me gusta !!!
lo que no se te ocurra a ti con la maquina de fotos en la mano, no se le ocurre a nadie.Tu tio Pedro seguramente estaria muy orgulloso al ver esa pintura que mientras esperaba que la clienta sintiera el efecto de la anestesia para sacarle una muela,él pintaba,tu te hayas inspirado para hacer esto.Me ha gustado
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